Este es uno de mis proyectos favoritos y de los que me siento más orgullosa. Desde el concepto hasta la ejecución final, estuve al frente de todo el proceso: conceptualización y diseño, dirección de arte, creación de gráficos y supervisión del montaje.
El reto era crear una experiencia inmersiva y sorprendente para la noche de Halloween, donde el tema central era el "descubrimiento". Queríamos invitar a los visitantes a explorar el espacio de una manera única y visualmente impactante, fusionando la identidad de la marca con la atmósfera de misterio propia de la noche.
El resultado fue increíble, y no habría sido posible sin el talentoso equipo con el que tuve el privilegio de colaborar. Juntos logramos transformar Café en Seine en un lugar lleno de magia y sorpresa, donde cada rincón invitaba al público a sumergirse en una experiencia memorable que celebraba tanto la marca como la noche más misteriosa del año.
El impacto fue sorprendente, tanto la marca como el lugar quedaron “asombrados” por la experiencia. Durante el fin de semana se vendieron más de 130 botellas de M&M, y las ventas totales del bar aumentaron un 40%, alcanzando el mayor volumen desde la reapertura de Café en Seine.
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